Otros rumores caminan por lados dispares: por ejemplo, algunos venezolanos comprometidos con el regimen chavista dividen los países contagiados con un criterio político. Otros se detienen a reflexionar (con documentación pública ya conocida hace tiempo, así es que no es un invento paranoico) sobre el rol que están jugando en esto las farmacéuticas a nivel internacional.
Obviamente a nivel nacional ya las farmacias tienen mala fama, no sólo por la colusión, sino además por el tráfico de información. Parece ser que la salud sigue siendo un buen negocio para algunos...
Como sea, yo soy desconfiado con las informaciones, y aunque las conspiraciones me llaman la atención en alguna medida, tengo una capacidad de resignación sorprendente: el virus ya llegó a Chile, y es tan sencillo prevenir que, aunque esto sea un (nuevo) negocio médico de carácter trasnacional, se puede evitar el contagio. Así es que hago mi aporte a la comunidad (cito desde el Ministerio de Salud):
A la población general:
a. Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón o alcohol gel;
b. Evite los lugares cerrados y con alto flujo de personas;
c. Use pañuelos desechables y bótelos en un papelero;
d. Manténgase informado del curso de la situación por medios oficiales.
A los viajeros:
1. Evite visitar las zonas con trasmisión sostenida.
2. Si se ve obligado a viajar, siga las siguientes recomendaciones:
a. Siga las instrucciones sanitarias oficiales del lugar visitado;
b. Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón o alcohol gel;
c. Evite los lugares cerrados y con alto flujo de personas;
d. Use pañuelos desechables y bótelos en un papelero;
e. Manténgase informado del curso de la situación por medios oficiales
A su regreso: Si presenta síntomas como fiebre, dolores musculares, dolores de cabeza, entre otros, será trasladado inmediatamente desde el aeropuerto al Hospital del Tórax, en el caos de los adultos, o al Hospital Calvo Mackenna, en el caso de los niños, para su evaluación. En regiones será trasladado a los hospitales base.
Eso sería. Cuidarse y saludos desde la Abadía.
Ricardo I.