Santa María y la venganza

"Quizás mañana o pasado, o bien en un tiempo más, la historia que han escuchado de nuevo sucederá"
Y en estos días hay quienes piden un acto de clemencia para aquellos que ordenaron y/o realizaron acciones en 1973 muy similares a las de hace 109 años en Iquique, en la Escuela Santa María.
Después de reflexionarlo un rato, creo que no aplica concederles amnistía ni indulto, considerando que cometieron crímenes de lesa humanidad. Es la ley. Que sigan en prisión.
Y hay quienes dicen que pensar como pienso es ser vengativo, o querer aplicar la Ley del Talión.
Digo que sería venganza si a aquel grupo de señores condenados y olvidables se les encerrara y desnudara y maniatara con alambre, y se les aplicara corriente en los testículos y se les dejara correr ratones por el ano, y se les violara y embarazara y se les obligara a abortar o se les quitara a sus hijos, y se les sacara las uñas con alicates, y se les impidiera dormir y se les hundiera la cabeza en agua para luego dejarles golpeados y heridos dormir en un calabozo, y se les amputara sus miembros aún en vida, y se les cubriera los ojos y se les dijera que corrieran y se les disparara por la espalda para luego dejarles caer en el mar o en alguna fosa común, y no se les diera ninguna información de su paradero a sus familliares en décadas, o incluso si antes de eso se les quitara su trabajo y se les despojara de toda su jubilación, y se les proveyera una salud miserable y de calidad cuestionable, y se les encerrara en viviendas de menos de 30 mt cuadrados, y se les obligara a someterse a una educación de calidad cada vez más deplorable para que dejaran de tener consciencia de sus problemas o de los abusos que se cometieran en su contra.
Aquí hay nada de eso. Sólo están en prisión. Que sigan allí.

Hiperrealismo y reedición

No es sólo que aparte de El Rey León, Disney esté trabajando en Aladdin (dirigida por Guy Ritchie), sino que en 18 proyectos de películas re-imaginadas (Dumbo, Chip y Dale, Mulán, Peter Pan, Tinker Bell versión Reese Whiterspoon, Pinocchio, etc.) y segundas partes (Maléfica 2, El libro de la selva 2) de las sagas ya iniciadas.
Si a eso le sumamos que casi no hay saga de videojuegos que no haya sido reformateada en HD y/o en 4K, se me aparece el fantasma del hiperrealismo.
No se trata de falta de creatividad, como algunos asumen tan rápidamente, o al menos, es eso pero como parte de un factor menor. Más bien la máquina de hacer dinero se ha dado cuenta que la hiperrealidad, la alta calidad de la recreación de lo natural (más real que lo real, más natural que lo natural) va reconquistando los mitos modernos, y el consumidor necesita rehacerlos en su mente, reconstruirlos en los nuevos formatos. Lo contrario es el purismo de lo vintage y su hiper originalidad sin recreación, pero aún allí la lógica de la máquina se entreteje con el capricho infantil de recuperación de lo vivido.
Bueno. También iré a verlas. Obvio.

Décimas terapéuticas

Brindo dijo un psicoló
en mitad de la terá.
Una pausa tiene gra
aunque sea monoló.
Como quien fuera arqueoló
de las cuitas y tormen,
pase usted y tome asien,
siéntase como en su ca.
La tristeza se le pa
y hasta termina conten.

(Su cabeza ya complé
lo que la frase no di,
Así escribirla yo qui
pa' descubrir la caré.
Tremenda virtud la tre
de buscar figura y fon
cuando la mancha que escon
un murciélago le mues,
no se quede en la protes,
cálmese y respire hon.)

Paciencia, tino y en calma
arrimando bien la oreja
le ayudo con la madeja
que se le enreda en el alma
Si lo logra bato palmas,
y si no, igual lo acompaño:
que el dolor y todo daño
se esfume sin miramientos
descubra su crecimiento
y le alcance varios años.

Culto a la ignorancia

Existe un culto a la ignorancia en los Estados Unidos: siempre lo ha habido. La presión del anti-intelectualismo ha ido constantemente abriéndose paso a través de nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que la democracia significa que "mi ignorancia es igual de válida que tu conocimiento"
Isaac Asimov
Si ud. cree sorprendente lo que pasó en USA, lea algún libro de historia universal. Estamos en la vuelta nacionalista. La misma que hubo a fines del s. XIX e inicios del XX. Y que terminó en primera guerra y tuvo continuación.
Y el próximo año Chile se enfrentará al mismo dilema. Y adivine ¿gana el empresario autocentrado o el representante del mal menor? ¿Acaso no hay más opción que eso? Difícil. La presión de la ignorancia acá también hace de las suyas.

Ni una menos

5 años de experiencia clínica en el área pública. En el sistema público se atiende el 80 % de Chile.
¿saben cuántos hombres he visto con patología de salud mental producto de experiencias de violencia? Uno. De parte de otro hombre.
Amigos y colegas: no caigan en la estupidez del "nadie menos". Es violento contra nuestras pacientes. Es violento contra toda mujer. Es invisibilizar su dolor.

Lorenza

La grilleta de Lorenza ¿será para que su hijo recién nacido se vaya acostumbrando a la esclavitud?
Esa grilleta tiene el mismo color del metal que asesina mujeres. Esa grilleta encadena mentes a la lógica de la desigualdad.
Pero también es un acicate para invitar a abrir los ojos.

Noticia en Cooperativa

Y quitémosle candados al placer

Sexo.
Y el "país" tiembla.
Sexo.
Y otra vez este siglo se transforma en XIX.
Sexo.
Y se conciben tantos sin educación, y se enferman tantos sin educación, y se contagian y mueren y pervive la ignorancia.

A todos quienes repudien el manual de sexo, les sugiero coherencia: quiten el móvil a sus hijos. Un toque y pueden ver porno. Sin pagar. Sin filtros. Sin molestos padres pechoños oponiéndose.
Y quiten internet de casa.
Y clausuren matinales y farándula y vespertinas y censuren los comerciales de bebida alcohólica y a las promotoras de lo que sea. No sea cosa que descubran el sexo por casualidad.
A todos los demás: quitémosle candados al placer.

100 Preguntas sobre sexualidad adolescente

Canciones de (Víctor)ia

Yo no tenía voz, viajaba entre paredes,
andaba por las calles sin ver con los oídos,
y quedaba una estela sin ecos a mi paso.
Sentía que había algo detrás de los rumores,
una como presencia de cantos en las cosas:
silencio era este viaje de guitarra dormida.

Me faltaba un dolor para alcanzar el grito,
una bandera herida o una espantosa lágrima
que llegara a la tierra trizándome la vida.
Así que vagamente entonaba palabras:
latidos sin bordonas, alaridos sin luto,
invocando tinieblas o nubes desterradas.
Entonces de repente sobrevino tu muerte como una campanada.
Y subí hasta el poema para encontrar tu boca y hablar por ella ahora.
Pensar que eras amigo de tanta sed viajera
que juntos nos hicimos canción de llamarada
y corrimos al viento con las manos abiertas.
Pensar que recorrimos la antorcha más unida
cuando tú nos traías un día de noviembre
melodías de arado y rezos para el alba.
Ahora estás callado cantando lo de siempre
subido a tu estandarte con balas en el pecho
compartiendo la herida la lágrima del pueblo.
Aquí tienes palabra para volver al día,
renuncia a tu nocturno recinto dolorido,
y que se queden muertos los que te dispararon.
Toma mi voz entonces,
hagamos con tu sangre venganza y poesía.
Vistámonos de patria,
callémonos cantando
canciones de (Victor)ia.

Nada está olvidado

Algunos libros dirán que fue una mano contra la otra. Mencionarán al pasar que la máquina de matar humanos se alzó contra su propio país. Los más documentados dirán que el Imperio puso orden a su provincia más lejana, en mitad de la insurrección. Y habrá razón y sentido en todo eso.
Hay una película chilena llamada Machuca que resume en una escena terrible y sencilla de qué se trató: Chile sufrió (y sigue haciéndolo hoy) en el enfrentamiento entre quienes tenían mucho, los que tenían algo y la incalculable masa que tiene nada. El poder no quiso (no quiere) desequilibrios, y está entretejido con la base más cruda de su origen, que es la diferencia de clases y la segregación.
Pero eso es para los historiadores y sociólogos. En el vivir cotidiano, fue miedo y dolor. A la hora de bajar a la carne, fueron horas de anestesia e inseguridad bañadas en desasosiego. Todavía lo siento y me apreta el alma. Valga esta memoria estampada en mi cuerpo por todos aquellos que seguirán buscando respuestas sin descanso.
Nada está olvidado.

La paradoja

Chile gasta ahora mismo 13000 mdd (millones de dólares) en educación, un 6 coma algo del PIB. La reforma propuesta en esta última semana necesita unos 3500 mdd más.
Ese número es muy gigante para entenderlo. Hay que compararlo con algo. Si ud. busca, verá que Finlandia (ese país tan manoseado por cualquier analista en educación o cultura) gasta aproximadamente 15000 mdd en educación, que representa 7 coma algo del PIB. Suena como algo alcanzable. Y hasta se podría decir que gastaríamos tanto como EL país de referencia. Sin embargo, una de las grandes diferencias es que mientras Chile tiene más de 18 y menos de 22 millones de habitantes (no puedo ser más preciso, ud. sabe, el mejor censo de la historia...), Finlandia tiene 5 millones de habitantes.
O sea, aunque la cifra sea la misma, gastamos 1/4 de lo que se gasta en el país de referencia. Y quizá también es preocupante que un país con 1/4 de los habitantes que el nuestro produce TANTO como el nuestro. ¿Y por qué esto último es preocupante? Porque nos demuestra que, entonces, Finlandia NO SIRVE como país de referencia. Esa diferencia productiva hace que cualitativamente no nos podamos poner en las mismas ligas.
Lo que nos conduce (junto a otros miles de datos que no caben aquí) a la inexorable conclusión: es muy difícil esperar que una economía basada en vender minerales, frutas o árboles (todos mínimamente elaborados) lleve a sus habitantes a niveles aceptables de bienestar y/o calidad de vida. Dificilísimo.
La paradoja ¿es la educación la que modifica la matriz productiva de los países? ¿fue así como lo hizo Korea? ¿o alguien nos ha ocultado sistemáticamente que la matriz productiva se puede cambiar con un cambio de políticas económicas que es más importante que la re-inversión educativa?

Aborto en tres causales

En este post sobre la discusión en torno al aborto consignaré siete hechos que pueden aportar para la causal violación. Estos hechos, por supuesto, están seleccionados interesadamente (la neutralidad de mi parte es un esfuerzo inane).
1.- Chile es el 3er país con mayor tasa de delitos sexuales reportada a las policías, superado sólo por Suecia y Jamaica. La lectura usual de este dato: el ciudadano chileno tiende a confiar en que la denuncia tendrá resultados, y de manera creciente (ONU y UNODC).
2.- Las cifras de Fiscalía y Ministerio Público dicen que en 2010 ingresaron 18 mil denuncias de delito sexual. En 2013, 24 mil. Mi interpretación: aumentó la probabilidad de denuncia, no la ocurrencia del delito (Emol 2011; Cooperativa 2015; ambos según cifras entregadas por el Ministerio Público y Fiscalía).
3.- Respecto del tipo de delito sexual, las cifras de 2010 dicen que en Chile a diario se cometen 17 violaciones. Menores de edad y mujeres son las víctimas más recurrentes. En datos más recientes se estima que la tasa diaria es de 9 violaciones (Emol, 2011; Revista Paula, 2015; ambos según cifras entregadas por el Ministerio Público y Fiscalía)
4.- Los estudios fluctúan, pero podemos decir que un 80% de las violaciones en Chile ocurren en el seno del hogar, por parte de un familiar de la víctima (Cooperativa, 2015; cifras dadas por Andrea Hunneus).
5.- De las mujeres embarazadas por violación, un 66% son menores de 18 años, 12% menos de 14. 7% menos de 12 (Cooperativa, 2015; cifras dadas por Andrea Hunneus).
6.- En el 44% de los casos se trata de violaciones repetidas (Cooperativa, 2015; cifras dadas por Andrea Hunneus).
7.- Respecto de lo que ocurre en otros tramos de edad (y sin que esté reportado el resultado de embarazo producto de la violación), entre 2010 y 2014 la Fiscalía Nacional registró 11.848 causas de violación a mujeres mayores de 18 años. De ellas, 7.583 fueron archivadas provisionalmente, pues el fiscal no contó con antecedentes suficientes para determinar la ocurrencia del hecho o quién lo cometió. Solo 790 recibieron condena definitiva y en 180, el acusado fue absuelto (Revista Paula, 2015).