Quiero la contingencia apretando el instante.
Haremos de este país un sueño el día en que el sueño deje de inundar nuestras pupilas. Lo que se vive a cada momento es más prometedor, más urgente y más tremendo que la queja que lo expresa. Y esa queja debe llevarla adelante cada quien.
Y el "cada quien" debe reemplazar a "la gente". Es el colmo que a cada retazo de libertad le siga una caravana de desilusiones para las personas que viven en este país cuando nos etiquetan como un grupo.
Somos el "cada quien" en un apretado ovillo de opiniones.
Somos todos y "cada quien".
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