Imagina por un momento que estamos ante una bifurcación de caminos. No hay señales en los costados, hay mucha arena en suspensión y en la radio de automóvil resuena Leonard Cohen ("Baby, I've been waiting...").
Tratas de preguntarte algo que te recuerde el pasado reciente, y el sol del atardecer no te permite evocar. Frunces el ceño y me miras diciendo "..., ¿qué me preguntaste?". Sin desconcierto, y con la total calma que otorga la seguridad de estar esperando la pregunta, saco una carta y la arrojo en tu regazo.
"¿L'Hermite?"
Guardas un rato de silencio. La arena se disipa un poco. El atardecer no quiere terminar y veo cómo en tus ojos alegres aparecen los colores del término del día o del comienzo de la muerte. "El bastón rojo lo entiendo, pero ¿esa mano azul?"
Yo no explico nada. Sólo busco un mapa mental para retroceder sobre nuestros pasos. Anhelo la bifurcación de caminos como se desea volver a leer un libro que hace sentir más intensas las gotas de la lluvia. La prudencia es un camino que se recorre a la inversa, y en cada esquina nos estalla la fragilidad, es decir, la posibilidad de quebrar toda mentira para quedarnos con la verdad en el sitio que corresponde.
Y estoy a punto de recobrar la calma cuando tomas la carta y la lanzas por la ventana. "Esta imprudencia es harina de otro costal".
Sonrío.
Ricardo I.
10 de junio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Rabia
Tengo rabia. Tengo la rabia larga y la alegría del comienzo. Y lloro de ver a mi padre temer y de ver a mi madre entrever. Porque la rab...
-
Leer a Jeff VanDermeer es volver a creer que la ciencia ficción no necesita monstruos ni gestas heróicas ni fantasías utópicas ni distópic...
-
Hace un par de días alguien me preguntó por qué la salud mental está en crisis en Chile. Mi sesgada versión de los hechos se encadena a lo q...
-
Las elecciones tienen aparejado un fondo de pérdida. Los psicólogos sentencian: en toda elección se pierde una parte, se renuncia a algo, se...
No hay comentarios:
Publicar un comentario