10 de mayo de 2017

Vengan desde Extranja

Vengan desde Extranja, ese país largo y hechizo que no tiene fronteras, pero que nos interesa mientras sea rico y respetable.
Vengan, como cuando "pacificaron" nuestro sur o cuando arrancaron la sal del norte de cuajo hasta que no era conveniente. Vengan desde la mismísima tataramadre España, arriéndennos el agua o la luz (y cuando se pueda, el aire y sus despojos), o vengan desde Australia o Alemania o Canadá, arranquen las piedras y metales y llévenlos y devuélvanlos transformados en algo de valor; arranquen nuestro suelo transformado en sustento para árboles ajenos que no nos cantan ni nos recuerdan la edad de la tierra.
Pero esos de la otra Extranja, esos pobretones y morenos, esos no. Qué vergüenza sería dejarnos robar por ellos lo que es nuestro...

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