Claro. Empiezo a navegar el año. Ahora, de la mano del destino. Mi hermana menor en Viña. Con una gatita nueva que llamamos Filomena. Trabajando en varias cosas y casi en ninguna, buscando posibilidades de hacer clases. Buscando gente que necesite ayuda o un psicólogo, o ambas cosas. Ahora, y desde ahora, con ganas de hacer el ejercicio diario de reflexionar acerca de la vida (aunque esa en realidad es una costumbre vieja, tengo que admitirlo).
Pero por ahora, sólo nostalgia y felicidad por Soledad, allá en el litoral de la Quinta Región, cerca del puerto y de las playas, en medio de un cerro, con su amor y de la mano dibujando su propio camino. Saludos para ti, hermana. Pronto, imágenes exclusivas de los felinos que nos endulzan la vida.
Desde el Sur
Ricardo I.
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