De besar y versarnos los encuentros
hacemos de las horas un presagio,
que de tanto recrear todos los cuentos
ansiamos proseguir en el naufragio.
Porque música cerca y porque estamos
cada día derrotados cual hogueras
porque vengo contigo y porque vamos
es que odio llegar más que la espera.
Y cuento: las horas fugan prontas
hasta dar más espacio a tus caderas,
la clara presunción de no olvidarnos
y hallar en el camino las maneras.
(En mi sur)
Ricardo I.
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