23 de abril de 2006

Santiago no es Chile: ¡Papá, dame permiso para ser independiente!

Quiero puntuar acá un par de hechos que me impulsan a escribir en domingo:

1.- Hace varios meses que circulan en Conce unos afiches y una campaña bastante amplia impulsada por una corporación privada denominada Corbiobío. Su principal lema es "Santiago no es Chile", y llevan tiempo en el tema de la regionalización (21 años). El hecho es que me metí al sitio web y encontré otros links a Federales (uno de sus miembros es Víctor Barrueto, ahora Intendente de Santiago... ¡plop!), a Conarede, a Pro-O'Higgins, etc. Todo eso con miles de personas que buscan de manera (des)interesada aumentar la descentralización en Chile, procurando informar a ciudadanos y sumar instituciones. El alegato no es sólo por dinero, sino también por la representabilidad política que se puede alcanzar al respecto. Su vía de acción principal es demandar a Santiago, el "poder central", que acceda a sus demandas pro-región...

2.- Por estos días se acaba de crear dos regiones más en nuestro país (la numeración quedó un poco loca, pero es entretenido..., además, para qué tan ordenados); y la discusión principal de las primeras horas, entre los medios de comunicación y el Ministro del Interior no tenía que ver con los beneficios prácticos de su creación, sino con ver cómo hacer con los cupos senatoriales. Pero además, saltaron voces pidiendo al Gobierno Central la creación de otras regiones nuevas o de macro-regiones (justamente lo dijo Claudio Lapostól, de Corbiobio...).

3.- Durante esta semana, y coincidiendo (?) con discusiones acerca de la escasez de energía en Chile, se descubre un gran yacimiento de gas natural en Tierra del Fuego. Se cubriría las demandas de toda aquella región, y si hay bastante, tal vez se lleve el recurso a otros lugares del país, según dijo la presidenta. ¿Se llevará energía a Santiago? ¿se llevará a regiones aledañas? Nadie sabe hasta ahora.

Creo que estos puntos comparten como eje central un tema paradójico e irrisorio. Las demandas regionalistas, tal como son formuladas, suenan al grito de un adolescente que le pide a su padre que le dé más independencia. Lo que digo es que un adolescente al "pedirle permiso" no está sino afirmando su problema de dependencia con la figura de autoridad, y que por el contrario, deja de ser adolescente cuando consolida una identidad propia, cuando ya no interesa si el papá da o no permiso, cuando solamente "avisa" que llega o que no llega a casa en la noche, cuando tiene suficiente autonomía para darse cuenta que su padre puede ser un excelente colaborador de su propia adultez.

Yo creo que las regiones aún no hemos encontrado la fórmula para hacer que nuestras demandas de descentralización sean asumidas como desafíos internos, y no como problemas que "el papá Santiago" solucionará para nosotros. Si queremos que se nos respete en nuestra riqueza regional, entonces tenemos que ponernos la camiseta por el territorio, con todo lo que eso implica, y generar la alternativa desde acá mismo, sin esperar que nos satisfagan en nuestras rabietas infantiles.

Y no tengo ganas de hacer propuestas al respecto. Ni un solo planteamiento. No por falta de ideas, sino por el deseo de que cualquier vía de acción surja de la reunión de intereses colectivos y ciudadanos. Dicho en otras palabras: que surja la inquietud en quien lea y se la plantee a un amigo y de ahí salga algo práctico que hacer para no tomar más en cuenta a ese papá ingrato llamado Santiago y que todavía depende de nosotros y de nuestro trabajo...

Desde la abadía

Ricardo I.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con tu discurso, pero como planteas mas que discurso y proponer acciones, creo que hay que concretar iniciativas. El realizar acciones dentro de la región, cono el desarrollar nuevas tecnologias, para enfrentar los problemas o realidades de cada región, provincia, ciudad, comuna, barrio, cuadra, calle, pasaje, sitio, casa, familia o individuo.

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