27 de septiembre de 2005

Antes del escenario

Estos días de septiembre han sido musicales, y no exentos de la brisa de la reflexión. Hoy se concreta justamente una jornada musical, en la tarde, en la Sala 2 del Teatro Concepción. Música latinoamericana y otras fusiones raras, e invitados de Paraguay, los que nos recibieron allá en Asunción el año pasado...

El tema es que entremedio de este camino musical se van abriendo puertas hacia lugares insospechados. Aquella arqueometría de decisiones que llamamos destino se ha hecho patente gracias a ese camaleón llamado Tarot, como un compañero lleno de simbologías y buenas semblanzas. Más que augurios, la idea es establecer piedras angulares de consejo, de referencia, "puntuaciones y distinciones", ordenar el caos, caotizar el orden.

Entonces, estos días no han sido sólo de la música ejecutada, sino que también han sido días marcados por esas piedras angulares, en donde la Música promete venir. Hablo de la Música con mayúsculas, o sea el arte sanadora de los sonidos concatenándose en un paisaje o en un misterioso acontecimiento. Esa Música no es sólo el momento en que ocurre una pieza determinada o una canción, sino que es un acto primitivo y fundante, que brota antes del escenario y en el momento de concebir una línea melódica o un conjunto de timbres particulares. Es una verdadera línea en un trayecto lleno en la voluntad de fluir.

Será el sonido, las manos moldeando emociones tal cual moldean la arcilla, esta vez sobre las cuerdas o los cueros, sobre el aire resplandeciente, sobre un camino inmenso que se rearma día a día y momento a momento.

1 comentario:

  1. Cristián Fierro Novoa6 de octubre de 2005, 12:19

    Tranquilizadoras palabras, que habren un mundo distinto al que urbanamente se vive. Sería bueno ver canalizadas las ideas, concretizadas las palabras, a través de un proceso, en un producto palpable...

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