Fue la música, el canto vivo, el reclamo del aire.
Fue la música, mis manos refugiadas contra el cuero.
Fue la música, el metal bruñido y la madera templada.
Fue la música, a pesar de mi alma pesarosa y mi voz de plata.
Fue la música, junto al invierno, más acá del camino.
Fue la música, antes del cielo, antes del abismo.
Fue la música, y luna nueva, pero siempre la misma.
Fue la música, y en silencio mi misteriosa agonía.
(Hoy fue la música, en una avenida de árboles, en plena Universidad. América invocada en nuestro canto, y desbordada entre las personas que nos vieron. Fue la música y una fiesta. Para mañana volver al tiempo como llega, antes de encontrar la prisa.)
Entre música y (rehaciendo) latidos
Ricardo I.
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"¡Oh, la música!
ResponderEliminarUn Don maravilloso que ilumina y acompaña nuestra vida. Una continua presencia a la que el hombre no puede renunciar"