Lo que importa ahora es la nota que viene, la hoja que se escribe, la partitura improbable, la circunstancia impredecible e ineludible. Lo que interesa desde aquí en más es que la música transmita. Por ejemplo, hoy mis dedos danzaron con el bajo eléctrico, como conectándose con la melodía. Y eso fue importante.
Mañana sábado habrá una lectura en Biblioteca Viva. Estará el bueno de Pedro Díaz. Leeré un cuento viejo, de un orate en su última noche de vida. Veremos ahí qué sucede.
Además, no hay tocata la otra semana..., sino el siete de septiembre, en el anfiteatro de San Pedro..., da nervios, claramente, pero lo que importa es que allí suceda el milagro: que la música transmita.
Lo que importa es que este curso que toman las cosas ahora sea natural. Simple. Claro. Sin dobleces. Tengo más calma en mis venas, ahora. Se viene el descanso.
Desde la calma
Ricardo I.
19 de agosto de 2005
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