29 de agosto de 2005

Noticias de día domingo

"Lo primero que enseñan en la carrera de periodismo es que si tenemos un hecho del tipo 'un perro muerde a una persona' no hay noticia. Pero si el hecho es 'una persona muerde a un perro', tenemos el golpe del día, la noticia que verdaderamente importa".

Esto me lo dice un amigo que es periodista. Y lo cito a propósito de este fin de semana de agosto en que en la capital de Chile la lluvia volvió a causar estragos, mucho menores eso sí que en ocasiones anteriores (cuando menos, hasta este minuto el impacto parece ser menor que el que hubo en Concepción hace un mes y medio, con casas cayendo del cerro y personas muertas en las inundaciones de sus hogares).

En cualquier caso, el desfile de personajes por la pantalla de TV es bastante llamativo, y parecen ser casi exactamente los mismos. Ya decía un comentarista hoy mismo que son las mismas víctimas pidiendo ayuda del gobierno, los mismos políticos mostrando presencia, los mismos políticos más chicos culpando de soslayo a los de niveles superiores, las mismas casas dañadas, mismas calles, mismos terrenos de planos reguladores inciertos, los mismos reportes en vivo y despachos en directo... y un larguísimo etcétera.

Entonces, volviendo a lo que dice mi amigo, yo creo que los periodistas que vi en TV estos dos días no aprendieron la lección. En los medios ya no hay casi nada tan común como la caída de lluvia y las inundaciones y los albergues y las campañas de ayuda. En el fondo, lo que importó para ellos no fue lo raro o particular de los hechos, sino que lo que importaba era el tamaño del foco con que la noticia sería examinada.

Y digo esto porque lo que se vio era casi una copia en calco de lo que sucede cada año, cambiando fechas o cifras de milímetros de precipitación a la fecha. A mi ya ni siquiera me sorprende que en pleno siglo XXI la lluvia se califique de "cruel" o de "violenta", porque entiendo que la lluvia sólo ES, el apelativo depende por lo menos del estado de ánimo del editor periodístico o del mismo periodista...

Lo que sí me sorprendió es la cantidad de horas invertidas en todo esto. Los canales nacionales suspendieron programas estables para dedicarse a informar cómo era que la lluvia caía. Como esto sucedió un fin de semana terminé por considerar de que, así como yo tenía una cantidad de tiempo libre más o menos respetable por ser sábado y domingo, a los periodistas de nuestros canales les sucedió lo mismo, y a falta de cosas más interesantes la lluvia resultó ser lo que había más a mano. En resumen, y parafraseando al personaje de Jack Nicholson en The Shining, "mucho tiempo libre y poca creatividad hacen de los periodistas un grupo de chicos bobos". Por no decir imbéciles.

Todos sabemos que el problema de Santiago es la capa de cemento. Si no hay tierra al descubierto para absorber el agua caída, difícilmente se terminará el anegamiento. Pero como no se puede o no se quiere hacer nada al respecto, la noticia será la misma aburrida historia de cualquier invierno en Chile, y terminará siendo aprovechada cada vez por quienes tengan tiempo libre y poca creatividad. Que si no es esta historia, será la de la sequía. Y cuando lleguen las fiestas patrias será el malintencionado hilo curado, y en noviembre la celebración criolla de Jalohuín con opiniones a favor y en contra y las visitas al cementerio, y en Navidad serán las malvadas luces para el arbolito y los juguetes tóxicos para los niños y los fuegos de artificio...

No hay de qué preocuparse, que siempre seguiremos teniendo estas noticias de día domingo. Por ahora, quiera Dios que nos alcancen las energías para seguir viendo los mismos perros mordiendo a las mismas personas.

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